Llamativas, brillantes, sólidas… ¿Cuál es tu primer recuerdo con respecto a las piedras preciosas? Cuando hablamos de ellas, lo hacemos de un grupo de materiales muy diverso, en realidad. Lo que está claro es que se trata de unas piedras a las que les otorgamos un alto valor tanto a nivel social como de mercado. ¡Acompáñanos a descubrir los distintos tipos de piedras preciosas!
¿Qué se valora en una piedra preciosa?
Antes de entrar en materia, es conveniente tener en cuenta cuáles son los factores que hacen que una gema sea una piedra preciosa y no una gema cualquiera. Principalmente son 5:
- Belleza: las personas expertas en valoración de piedras preciosas tienen en cuenta varios aspectos para categorizar algo tan subjetivo como la belleza. Estos puntos clave son la forma, el color, la transparencia o el brillo.
- Durabilidad: esta característica, en realidad, puede desglosarse en dos: cuán difícil es de rayar con otro material (dureza) y su resistencia a los golpes y la presión (tenacidad). Las piedras con mayor durabilidad se consideran piedras preciosas.
- Color: en relación con la belleza, cuanto más llamativo sea el color de la piedra más probable será considerarla preciosa.
- Brillo: es la capacidad de reflectar o refractar la luz en cada una de las caras de la piedra. A mayor brillo, mayor valor.
- Rareza: como resultado de la ley de oferta y demanda, a mayor escasez y a mayor dificultad de extracción, mayor valor tendrá esa piedra. No obstante, existen excepciones, que se mencionarán más adelante.
Tipos de piedras preciosas según su composición
Además de que atrapen o no nuestra atención por el efecto hipnótico que pueden llegar a tener, en términos generales podemos clasificar las piedras preciosas en 3 grupos en base a su composición:
Piedras preciosas inorgánicas
Son el resultado de la cristalización de lava, magma, gases y/o agua por distintos fenómenos físicos como el calor y la presión.
Generalmente, estas piedras son minerales. En otras palabras, tienen una fórmula química conocida, la configuración de su estructura es cristalina y su origen es natural. Habitualmente tardan siglos o milenios en formarse.
Piedras preciosas mineraloides
Las piedras preciosas mineraloides, en realidad, no son minerales. No lo son porque no están formadas de una estructura cristalina ni de una composición química definida.
Para muestra, un botón: por ejemplo, la obsidiana, que nace del enfriamiento abrupto de la lava.
Piedras preciosas de origen orgánico
Estas piedras preciosas son el producto de los procesos biológicos de varios seres vivos como animales, plantas o microorganismos. Algunos ejemplos son las perlas y las gemas de coral. También pueden originarse como consecuencia de la fosilización de seres vivos, como en el caso del ámbar, que es resina de árbol fosilizada.
Las piedras preciosas más deseadas
No todas las piedras preciosas son iguales, y las hay que son joyas en sí mismas. Las más populares son:
Diamante
El diamante es posiblemente uno de los materiales más preciados a nivel social, tanto por su valor estético una vez tallado, como por la funcionalidad que tiene debido a su dureza. Se origina cuando el carbono cristaliza a elevadas presiones. Echa un vistazo a nuestras joyas Secrecy con diamantes naturales.
Rubí y Zafiro
Estas dos piedras preciosas están juntas en la lista porque en realidad son el mismo mineral: el corindón (óxido de aluminio). El motivo de la diferencia de color se halla en sus imperfecciones, en las trazas de otros elementos que se encuentren en el mineral. El rubí contiene trazas de cromo mientras que el zafiro las contiene de cobre. El corindón, tanto si es rubí como si es zafiro, es una de las piedras preciosas de color más valoradas en el mercado.
Topacio
El topacio es una de las piedras preciosas más queridas. Su color habitualmente es amarillo, pero podemos encontrar su versión en azul, azul marino, rosa, fumé… El azul está especialmente buscado por su similitud con el diamante.
Esmeralda
Esta piedra preciosa se origina mediante la cristalización del silicato de aluminio de berilio, aunque como en el caso del corindón, su color se debe a sus impurezas.
A lo largo de la historia ha sido muy valorada tanto por su valor estético como por atribuciones espirituales en algunas culturas. Hay constancia de minas de esmeralda que datan del 330 ac en Egipto. De hecho, se sabe que a Cleopatra le fascinaba esta joya y que formaba parte de muchos de sus adornos reales.
¿Cuál es el tipo de piedra preciosa que más te gusta?