La moda es una forma de comunicación no verbal, con la que transmitimos mucho sobre nosotros: la edad, el género, la intención (o no) de romper con lo establecido, la forma de pensar… Y así ha sido siempre. De hecho, a lo largo de la historia ha habido muchos momentos de cambio en los que la moda ha sido una forma de expresar sentimientos e intenciones: no hay más que pensar en el movimiento hippie o en el punk, por poner un par de ejemplos. Ambos estilos marcaron una época, y más allá de las flores o las tachuelas pretendían transmitir las ganas de cambio social.
Por eso, a la hora de elegir cómo vestirnos, podemos inspirarnos en diferentes estilos que nos sirvan para transmitir nuestra forma de pensar o nuestra manera de ser, y jugar con distintas tendencias y corrientes estéticas sin necesidad de decantarnos por una sola.
Pero sentirse cómoda con tu ropa es igual de importante que sentirse cómoda con tus complementos y accesorios. La ropa no son el único elemento que le pueden dar un toque especial a tu outfit. No te olvides de los complementos. Descubre las joyas Secrecy, perfectas para cada ocasión.
1. Estilo fresco y natural
Con este estilo de vestir estaremos transmitiendo un mensaje de confianza en nosotros mismos y de sencillez: las prendas no nos disfrazan, sino que nos ayudan a expresar nuestra forma de ser, buscando la comodidad, la simplicidad, y sin necesidad de artificios. Opta por tejidos y colores naturales, combina dejándote llevar por la intuición y por tu propio sentido estético, sin que esto signifique en absoluto caer en un estilo desarreglado o descuidado, todo lo contrario.
2. Estilo clásico
Se caracteriza por una forma de vestir que transmite seguridad y tranquilidad, con un punto sobrio en ocasiones que no tiene por qué ser aburrido ni anticuado. Además, nos dará un aire de credibilidad y de estabilidad, algo que puede ser muy acertado para determinados trabajos. Opta por prendas clásicas con un aire tradicional, no es rompedor ni agresivo, y se caracteriza por la corrección y la discreción. Con un estilo clásico es difícil estar fuera de lugar en prácticamente cualquier contexto. Combina prendas neutras, faldas y pantalones con blazers, camisas y blusas en tonos y estampados armónicos.
3. Estilo elegante
En cierto modo sería una variante del anterior, donde la discreción va de la mano con la distinción y busca aportar un toque personal y refinado. En este estilo de ropa se busca la calidad en las prendas y los accesorios, con diseños exquisitos y sencillos, que transmiten el gusto por los detalles y la búsqueda de la excelencia. Este estilo permite licencias en las joyas o los accesorios, que dan el toque de gracia a los looks. Los accesorios cobran gran importancia.
4. Estilo romántico y femenino
Estampados delicados, diseños vaporosos y fluidos, vestidos, faldas, lazos, volantes… El estilo romántico bebe de muchas fuentes diferentes, que son tendencia desde hace varias temporadas. Desde el look victoriano a los prints estilo Liberty, para un resultado súper femenino que transmite emotividad, empatía y un cierto aire naïf.
5. Estilo sexy o seductor
Este estilo es toda una declaración de intenciones, que transmite fuerza, seguridad en una misma, y se vale de la ropa y los accesorios para realzar el cuerpo femenino, con un aire de empoderamiento y de atrevimiento. Para lucirlo sin caer en la vulgaridad es importante no ser excesiva a la hora de combinar distintos elementos como pueden ser escotes, transparencias, tacones muy altos o aperturas en las faldas y vestidos.
6. Estilo personal
Es una elección que se basa en la creatividad, que apuesta por el do it yourself, la customización y la recuperación de prendas vintage con o sin arreglos para darle carácter único a los looks. Transmite pasión por el arte, ingenio e independencia, y es una forma de plasmar las inquietudes en la manera de vestir.
¿Y tú, tienes claro ya cuál es el estilo que mejor te define, y con el que te sientes más cómoda?