Estereotipos de belleza: lo que tienes que saber y por qué no deben afectarte - The Secrecy Magazine
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Estereotipos de belleza: lo que tienes que saber y por qué no deben afectarte

10 minutos

A lo largo de toda la historia de la humanidad, desde el inicio de los tiempos, los seres humanos se han sentido atraídos por la belleza. Sin embargo, el concepto de belleza no es algo absoluto e invariable, ¡todo lo contrario! Es muy subjetivo, y va variando en función de muchísimos factores, de ahí que en cada momento de la historia hayan destacado diferentes estereotipos de belleza.

En Secrecy queremos romper con los estereotipos. Escoge las joyas que más te definan.

¿Qué son los estereotipos de belleza?

Grosso modo, un estereotipo es una idea abstracta de cómo debe ser algo. Podríamos decir que es una etiqueta, una idea aceptada por la mayor parte de un grupo o de una sociedad sobre cómo debería ser algo. 

En este caso, la belleza femenina. Como decíamos, la belleza, y también sus estereotipos, han ido cambiando con el paso de los años, y en cada momento de la historia se han considerado bellos diferentes factores y características. Estos ideales de belleza los crea la sociedad a través de diferentes canales, como los medios de comunicación propios de cada momento, y van cambiando en función de muchos factores.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no existe la perfección, y que la percepción de la belleza depende de quién la mire. No tiene sentido desvivirse o sufrir por encajar o no en un estereotipo de belleza, no solo ya porque la belleza real está en el interior, que también, sino porque los estereotipos varían y, como todas las modas, pasan y dejan de serlo. Cada cuerpo y cada rostro de cada mujer es único y bello tal como es, y reafirmarse y estar satisfecha con el propio físico es un derecho y un deber de todas las mujeres.

Cómo nos afectan los estereotipos… y por qué no deberían hacerlo

Como decíamos al principio, la percepción de la belleza depende de la sociedad y de la época: lo que se consideraba bello en la Edad Media no tiene nada que ver con el canon que reinaba en los años 20. Y lo mismo sucede en nuestra época. Encajar en los cánones establecidos por la sociedad es algo que puede influir mucho en la vida de una persona, en su autoestima y en su bienestar.

Pero desde Secrecy pensamos que cada persona es única y bella tal como es, sin necesidad de encajar en ningún molde, más aún hoy en día, donde factores como la individualidad, la seguridad en uno mismo o el empoderamiento tienen más relevancia que la belleza en sí misma. Te invitamos a conocer nuestras colecciones que tienen por objetivo rendir tributo a la mujer.

Colgante CUADRADO
Colgante CUADRADO platinoPendientes CUADRADOS platino

Principales estereotipos de belleza a lo largo de la historia

Prehistoria

La principal manifestación que nos ha llegado de esta época son las pequeñas esculturas de Venus, muy voluptuosas, con grandes pechos, abdomen y glúteos. Sin embargo, el torso, los brazos y la cabeza, de un tamaño muy inferior, y las piernas, terminadas en pies muy pequeños, tenían mucho menos protagonismo. Pero solo son manifestaciones artísticas: hacer un retrato de la mujer del Paleolítico basándose en estas Venus sería como hacer una definición antropológica de la mujer española según las pinturas de Picasso.

Antigua Grecia

El ideal griego de la belleza, donde el orden y la armonía son los principios fundamentales, se refiere tanto a la apariencia exterior como la clave para la realidad interior, y como un criterio de identidad personal. La belleza en esta época tenía muchas formas: desde los gráciles y esbeltos efebos a los masculinos y musculosos atletas, y de las ninfas desnudas a las rotundas curvas de las matronas.

Edad Media

La Edad Media fue un periodo amplísimo, en el que el concepto de belleza fue variando, pero en general el estereotipo de belleza femenina incluía la piel muy blanca, el cabello rubio y el torso delgado.

Renacimiento en adelante

Durante varios siglos, incluyendo el Renacimiento y el Barroco se asocia una figura rellenita, con muchas curvas y un tono de piel pálido con la idea de belleza, bienestar económico y pertenencia a una clase social alta. En cambio, la delgadez y el tono bronceado se relacionaban con el trabajo en el campo y la falta de recursos.

Edad Moderna

A partir de las primeras décadas del siglo XIX, con la aparición del corsé, que marca exageradamente la cintura, surge un nuevo estereotipo de belleza que da lugar a una figura con curvas de reloj de arena, y que constituye toda una dictadura de la cintura estrecha: incluso las niñas o las mujeres embarazadas llevaban corsé, que se ceñía al cuerpo hasta cortar la respiración.

Siglo XX

En solo 100 años los estereotipos variaron más veces que en todos los milenios previos. Durante los locos años 20 se produce una total revolución del concepto de belleza femenina, encabezada por el rechazo al corsé, la búsqueda de la libertad de movimiento y las siluetas rectas y sin curvas. En este momento de ruptura la mujer se corta el pelo, cambia radicalmente su forma de vestir y reivindica su independencia y su libertad.

Sin embargo, entre los años 30 y 50 se produce una vuelta a la silueta de reloj de arena, aunque no tan asfixiante como en la época del corsé. Es la época de las pin-up que protagonizaban desde calendarios a aviones militares con sus sonrisas siempre presentes, el pecho y la cadera muy marcados y una actitud alegre y segura de sí misma.

Con la llegada de los años 60 el estereotipo de belleza vuelve a cambiar de una forma radical, con iconos como la supermodelo Twiggy, que popularizaron los cuerpos delgados, con largas piernas, sin formas y con una silueta casi adolescente. Pero no duró mucho: durante los setenta se impone una figura deportista y atlética, bronceada y muy femenina, que llegaría a su cénit durante los 80, la época del culto al cuerpo, el exceso a todos los niveles y el auge de la cirugía estética (y del ejercicio físico).

A lo largo de los años 90 convivirían dos estereotipos muy diferentes: el de las supermodelos como Cindy Crawford o Elle MacPherson, y el que se conoció como “heroin chic”, con Kate Moss como principal representante y que dio lugar a una interminable espiral de trastornos alimenticios como nunca había ocurrido en la historia. Anorexia, bulimia y una delgadez extrema que representaban todo lo contrario a una belleza saludable y libre.

Con los años 2000, y el auge de internet y las redes sociales, todo volvió a cambiar. Aparecieron de nuevo las siluetas de reloj de arena, con pecho y caderas muy marcadas, e iconos de belleza muy diferentes, como las Kardashian. Además, se produjo un nuevo boom de los retoques y la cirugía estética (labios voluminosos, pómulos muy marcados, pecho y glúteos prominentes…).

Para terminar,lo más importante que queremos transmitir son dos ideas. Por un lado, que el concepto de belleza va cambiando radicalmente con el paso del tiempo. Por otro, que lo importante no es encajar en el canon de un momento determinado, sino quererse a una misma tal y como somos y estar orgullosas de nosotras mismas. ¿Para qué intentar encajar en un modelo que irremediablemente va a volver a cambiar en breve, y que en lugar de celebrar que somos únicas y diferentes, propone una belleza aburrida, irreal e igual para todas? Quiérete tal y como eres y siéntete cómoda y bien contigo misma: las modas y los estereotipos son pasajeros, y sentirte feliz en tu propia piel es lo único que importa.

¡Hola soy Aina Oranich, la persona detrás de la Beautyteca! Es un espacio de reseñas y opiniones de productos de maquillaje, cosmética facial, corporal y capilar dónde comparto mi afición por la belleza. Además, me apasiona el mundo digital así que siempre he enfocado mi carrera profesional al diseño y gestión de proyectos digitales. He trabajado en varias tiendas de belleza y ya en la universidad, tuve la oportunidad de hacer prácticas en una revista de belleza, estética y uñas.