Inteligencia emocional y coaching son dos conceptos que están muy relacionados. Partimos de la base de que la inteligencia emocional es la capacidad para gestionar de forma eficaz las emociones. Por su parte, y a partir de aquí, el coaching pretende enfocar las emociones utilizándolas como un medio para lograr los objetivos que nos propongamos. Hay que tener en cuenta que el coaching se basa en las relaciones, y las emociones pueden modificar las relaciones de muchas maneras: reforzándolas, distanciándolas, provocando todo tipo de cambios…
Inteligencia emocional y coaching: así se relacionan
Si tenemos en cuenta que la inteligencia emocional supone poseer la habilidad de comprender qué motivos nos llevan a pensar y a actuar de una cierta manera, será la manera de poder tomar decisiones en cada momento. Pero esto no termina aquí, puesto que la inteligencia emocional no solo nos permite entendernos mejor a nosotros mismos, sino también a los demás, y descubrir qué les motiva, qué pueden hacer para mejorar su potencial y alcanzar el éxito. Puesto que uno de los principales objetivos del coaching consiste en transformar las conductas de la gente para conseguir una serie de objetivos, sirviendo como guía en todo el proceso, queda claro que el coaching tiene mucho que ver con la inteligencia emocional. De hecho, un coach tiene que aplicar de manera eficaz su inteligencia emocional para obtener lo mejor de las personas a las que está entrenando.
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Cómo utiliza el coaching la inteligencia emocional
En primer lugar, el coach ha de ser capaz de identificar las emociones, evaluarlas y expresarlas. Primero, las propias, y después, las de las personas con las que trabaja. Así, una vez expresadas e identificadas, tendrá que saber gestionarlas y utilizarlas de manera eficaz, para dar rienda suelta a todo el potencial de su equipo. Una vez que el coach es capaz de manejar y dirigir las emociones hacia los objetivos que busca, las personas con las que trabaja serán capaces de conocer sus emociones y gestionarlas en positivo, sabiendo qué motiva esas emociones y cómo aplicarlas para conseguir un crecimiento intelectual.
Aprende a desarrollar tu inteligencia emocional
Cualquier persona puede aprender y desarrollar su inteligencia emocional, de forma que ésta le sea de utilidad en todos los ámbitos de su vida, como puede ser el laboral. El primer punto para desarrollar la inteligencia emocional pasará por tomar conciencia de uno mismo (el mindfulness puede ser una gran ayuda), la autorregulación (que implica gestionar las emociones para que nos ayuden en la tarea que estamos llevando a cabo), y la motivación. Esta última será la que nos ayudará a aplicar las preferencias para servir como guía hacia los objetivos, para actuar de una forma más eficaz, y para adoptar una actitud perseverante, a pesar de los imprevistos o contratiempos que puedan surgir. A nivel laboral, un trabajador motivado y con una inteligencia emocional media-alta será capaz de transmitir su liderazgo y su seguridad al grupo.
Las habilidades sociales que poseemos serán las que determinarán cómo nos relacionamos con otras personas, con herramientas como la empatía y habilidades como pueden ser la gestión de conflictos, los vínculos, la cooperación o el liderazgo. Y tú, ¿ya estás poniendo las tuyas en práctica?
Aina Oranich
¡Hola soy Aina Oranich, la persona detrás de la Beautyteca! Es un espacio de reseñas y opiniones de productos de maquillaje, cosmética facial, corporal y capilar dónde comparto mi afición por la belleza. Además, me apasiona el mundo digital así que siempre he enfocado mi carrera profesional al diseño y gestión de proyectos digitales. He trabajado en varias tiendas de belleza y ya en la universidad, tuve la oportunidad de hacer prácticas en una revista de belleza, estética y uñas.
