A pesar de vivir en un mundo donde todo cambia, los seres humanos tenemos una serie de características que constituyen nuestra identidad personal, es decir, lo que sería la esencia de una persona. Pero, alrededor de este concepto surgen muchas dudas, ¿en qué consiste exactamente? ¿Se trata de un rasgo innato o puede cambiar a lo largo de nuestra vida?
¿Qué es la esencia de una persona?
La esencia de una persona hace referencia al conjunto de peculiaridades o rasgos que definen a un individuo y que le permite diferenciarse del resto. Estas características no son variables, pero esto no significa que permanezca intacta con el paso de los años, pues ningún ser humano es el mismo a los 20 o a los 40. Los rasgos que definen a los individuos son morfológicos o psicológicos, siendo estos últimos los de mayor importancia, pues se refiere a la personalidad.
¿Cómo se construye la esencia de una persona?
Si nos preguntamos cómo se construye la esencia de una persona, también es imprescindible plantearse si ya venimos a este mundo con una identidad predefinida o la creamos a lo largo de nuestra vida. Biológicamente, todo ser humano está compuesto por dos estructuras relacionadas con la identidad: el genoma y el conectoma. El primero hace referencia a las moléculas del ADN y constituye un rasgo irrepetible. El segundo, por su parte, se refiere al conjunto de neuronas que almacenan información personal, como experiencias, conocimientos, emociones, etcétera.
En definitiva, la esencia de una persona se constituye a partir de factores biológicos, psicológicos y sociales. De esta manera, todos tenemos cierta predisposición a que nuestra identidad dependa de los genes. Además, las emociones y los sentimientos también crean un patrón afectivo a la hora de ser y de relacionarnos con los demás.
¿Se puede cambiar la esencia de una persona?
Ahora que ya conoces qué es la esencia de una persona y cómo se construye, puede que te estés planteando si se puede cambiar o modificar. Y la realidad es que sí, pues aunque exista un componente genético, la identidad se puede cambiar. Al igual que las características físicas de una persona no son las mismas con el paso de los años, las características psicológicas tampoco permanecen intactas. De hecho, se ha comprobado que podemos cambiar con el tiempo y en virtud de las vivencias. Eso sí, siempre habrá algún componente que permanezca inalterable.
En ocasiones, también puede ocurrir que los individuos pierdan su propia esencia, si crees que te puede haber ocurrido, toma nota de estas señales de alerta:
- Siente que no eres feliz en ningún momento.
- Prefieres estar solo porque no estás a gusto con nadie de tu entorno.
- Sientes envidia por los logros de los demás.
- No te valoras lo suficiente.
- Buscas la aceptación de los demás.
- No expresas lo que piensas y lo que sientes.
Para cultivar la esencia de uno mismo es importante practicar el autoconocimiento, es decir, conocerse a uno mismo, pero no siempre es una tarea fácil. Para llegar a él, es necesario pasar por una serie de fases que comenzaría con la observación de nuestro ser, recordar vivencias, conocer el estado de nuestra autoestima, crear el concepto que tenemos de nosotros mismos y, por último y a la vez la más importante, la autoaceptación.
En Secrecy Jewels, creemos que es necesario cuidar la esencia de cada persona, y por ello, respetar y rendir tributo a la naturaleza de la mujer es nuestra razón de ser. Para dejar constancia de ello, hemos creado la colección Essentials inspirada en la naturaleza y se compone de amuletos que sirven para recordarte que debes valorarte y aceptarte tal y como eres.
En definitiva, conocer o identificar la esencia de una persona es una tarea complicada porque aunque pueda parecer que nuestra personalidad es algo inmutable, no es del todo cierto. ¿Conoces cuál es tu esencia? ¿Qué te ha llevado a ser cómo eres?