No se habla de otra cosa en todas partes porque la situación es urgente: estamos ante la mayor amenaza medioambiental ante la que se ha enfrentado la humanidad y frente a ella construir un futuro sostenible es la única solución posible.
Una amenaza palpable:
- Desde la época preindustrial, la temperatura media del planeta ha aumentado ya 1,2ºC.
- Estamos viviendo los años más cálidos de los que se tiene constancia.
- La concentración media mensual de CO2, medida por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, volvió a alcanzar su máximo histórico en 2021.
En Secrecy queremos aportar nuestro granito de arena para construir un mundo mejor. Por eso, nos esforzamos por mantener procesos de fabricación responsables y éticos en nuestras joyas. Te invitamos a verlas aquí.
En medio de toda esta carrera a contrarreloj, es posible que te sientas confusa a la hora de saber exactamente qué puedes hacer tú misma para apostar por un futuro sostenible. Veamos qué hábitos puedes incorporar en tu día a día para inclinar la balanza hacia el lado del cambio.
Alarga al máximo la vida de tus prendas
La industria de la moda nos genera necesidades continuas en lo que a vestuario se refiere para sentir que estamos siempre a la última. La fast fashion, que se impone con su famosa pauta de consumo basada en el “usar, tirar, comprar”, nos incita a reproducir un ciclo que es a todas luces insostenible para el planeta.
- El dato: Solo en España, según datos de la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil, se desechan 1.000 millones de kilos anuales de los cuales apenas se recicla un 15%. Escalofriante, ¿verdad?
Desde nuestro propio armario, podemos producir un pequeño cambio para el mundo. Alargar al máximo la vida de tus prendas, apostar por marcas de ropa sostenibles y libres de tóxicos, aprender costura para realizar tus propias prendas y elegir la ropa vintage y los mercadillos y apps de segunda mano en caso de tener que hacerte con algo nuevo será una transformación radical de las reglas de juego.
Camina hacia una movilidad sostenible
El transporte es en gran medida el responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la contaminación del aire.
- El dato: la mayor parte de nuestros desplazamientos diarios tienen lugar en un radio de 3km: una distancia que podemos cubrir caminando, sin duda la forma de movilidad más ecológica.
Para mayores distancias, apuesta por la bici, el transporte público o el coche eléctrico y compartido.
Cuida lo que eliges para tu plato
Cambiar nuestro modo de comer es también una forma de cambiar el mundo. En lo que se refiere a la alimentación, son fundamentalmente dos los retos que debemos enfrentar: el desperdicio de alimentosy la sostenibilidad del modelo productivo.
- El dato: la producción de carne, que supone el 73% de las emisiones de CO2 de la industria alimentaria, está en el punto de mira.
Reducir drásticamente su consumo tiene ventajas para el medioambiente y para nuestra salud. En su lugar, es ideal configurar una dieta donde la base sean los vegetales, locales y de temporada, y los alimentos “reales”: nada de químicos ni de transgénicos.
Educa a tus hijos en una nueva forma de vida
Es imposible proyectarse en el futuro sin fortalecer las herramientas necesarias para el cambio desde el presente. Y la educación es la más potente con la que contamos para conseguir esa toma de conciencia con la que garantizar la apuesta por la sostenibilidad a largo plazo.
- Las claves de la educación: el desarrollo de una conciencia ecológica y la orientación de los nuevos medios ─como la inteligencia artificial y la automatización del trabajo─ a la consecución de los apremiantes retos, conseguir un modo de vida sostenible a largo plazo y acabar con la pobreza en el mundo.
Como ves, son muchos los pequeños gestos cotidianos que puedes introducir en el día a día para vivir de forma comprometida con el medioambiente. Porque el futuro será sostenible o no será.
